lunes, 31 de mayo de 2010

Provocaron a integrantes de la Asamblea en un debate sobre contaminación


El encuentro se realizó en el Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos de Buenos Aires (CADIA). Y el papelón fue de su presidente, Carlos Cadoppi, quien se mostró incómodo durante el desarrollo de la reunión.

Rubén Skubij y Marcelo Lorenzo

El grupo técnico de la Asamblea Ambiental Gualeguaychú, expuso sobre la contaminación de la ilegal Botnia y rebatió el discurso del presidente del INTI, Enrique Martínez, quien finalmente reconoció la presencia de dioxinas en la zona.

El encuentro se realizó en el Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos (CADIA) en su sede en Buenos Aires en donde el equipo técnico la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú refutó al INTI –Instituto Nacional de Tecnología Industrial-.

El primero en exponer fue el bioquímico Carlos Goldaracena, integrante del equipo técnico de la Asamblea, quien con buenos fundamentos y acompañado de un Power Point, explicó los informes técnicos que realizaron las Universidades de Buenos Aires y La Plata y que fueron presentados por la Cancillería ante el Tribunal Internacional de La Haya. “La Cancillería, a través de estas dos prestigiosas Universidades argentinas, probó la contaminación que está produciendo la pastera. No sabemos por qué a estos estudios no los hacen públicos, aunque tenemos sospechas”, manifestó Goldaracena.

Según reproduce el sitio Ipodagua.com.ar, el profesional insistió en que “La Haya tuvo en cuenta los informes de Ecometrix que enumeró todos los contaminantes que Botnia ha emitido ya y se encuentran en el agua, la tierra y el aire circundante. Ecometrix puntualizó en cada caso que tales sustancias se encuentran dentro de los parámetros permitidos por la Unión Europea. Pero son la muestra de la contaminación, porque antes de Botnia, esos contaminantes no estaban. Si ahora hay, es porque la contaminación comenzó. Sumemos a ello la bioacumulación y biomagnificación que se da a través de la cadena alimentaria… durante los 40 años que planea estar Botnia en este lugar…”

“Por otro lado, no nos tranquiliza el hecho de que se afirme que están dentro de los parámetros de la Unión Europea. La UE ha puesto los límites que puede a las emisiones. Porque si pusiera los límites que debe no quedarían muchas de las empresas que están allá”, agregó. “No podemos caer en la inocencia de conformarnos con que estén dentro de las normas internacionales, porque nuestras propias normas hablan que aquí no toleramos contaminantes. Antes, no había tales sustancias en nuestra región. Ahora, desde que Botnia funciona, sí”, dijo.

Algunas de las sustancias encontradas por Ecometrix son compuestos orgánicos volátiles (COV), compuestos clorados, dioxinas, furanos y metales pesados, sustancias de muy alta toxicidad para los seres vivientes. Muchas se bioacumulan y no son biodegradables, sino que permanecen en el ecosistema por largos años.

Charla tensa

El sitio de Ipodagua indica además que el primer momento tenso de la charla fue cuando el presidente del INTI intentó confundir al público diciendo que para la Asamblea de Gualeguaychú quien diga que la pastera no contamina “es un traidor a la patria”, y que así declararon al organismo público.

Pero la actitud más confrontativa la tuvo el presidente del CADIA, Carlos Cadoppi, quien se mostró incómodo durante todo el debate y ante una pregunta comenzó a insultar a Carlos Goldaracena e intentó desalojar a los presentes del lugar. “Se van de mi casa, yo soy el dueño de este lugar y usted me llamó como un maricón pidiendo garantías de respeto”, acusó Cadoppi mirando al técnico de la Asamblea.

A los pocos minutos y ante todo el auditorio, no tuvo otra alternativa que pedir disculpas y el debate retomó su cauce normal.


Muy poco respeto

Sobre lo ocurrido, el bioquímico Carlos Augusto Goldaracena expresó a El Día que “fue un debate en el que no tuvimos mucho tiempo para debatir”. “Nos invitó el ingeniero Cadoppi para que participemos representantes de la Asamblea de un debate junto al titular del INTI (Enrique Martínez). Lo único que le pedimos fue que nos diera 10 minutos a cada uno para exponer nuestra posición, que es la posición bien clarita y que siempre manifiesta la asamblea: Botnia es ilegal -y más ahora después del fallo de La Haya-, es contaminante y está en un lugar totalmente inadecuado. Por lo tanto, la lucha de Gualeguaychú va a seguir hasta lograr la relocalización de Botnia de la cuenca del río”, remarcó el profesional.

- ¿Pero un integrante de la mesa se sintió afectado por sus dichos negando lo que usted decía?

- Exacto. El ingeniero que nos invitó nos pidió tolerancia, respetar la opinión de cada uno. Le especifiqué como iba a ser mi charla, él lo aceptó. Empecé a hablar de los estudios que habíamos hecho previo a la instalación de la pastera detectando presencia de sulfhídrico, aumento de dioxinas y todo lo que hemos hablado y que realmente se habían cumplido. Y le mostré el resumen del informe a la Secretaría de Medio Ambiente en el cual se corrobora esto. Además, presencia de nonilfenoles y "alteraciones físico químicas y biológicas en el agua y alteraciones en el aire", como dijo la doctora Ruiz Cerrutti. Inclusive en su fallo La Haya manifiesta que hay alteraciones, es decir reconoce un proceso de contaminación parcial que la Argentina no pudo demostrar que se debiera a Botnia.

El ingeniero notábamos que cada vez se ponía más nervioso e intolerante. Terminé mi exposición concluyendo que Botnia no tenía que estar ahí. El ingeniero Martínez dentro de su posición, sabemos que habla siempre de parámetros aceptables de contaminación, estuvo relativamente bien. Es decir, tranquilo con su posición haciendo valer lo que él dice que en el río los parámetros físicos y químicos estaban normales. Pero reconoció, ante las preguntas de gente de la asamblea, que las dioxinas estaban aumentadas frente a Botnia, que había metales pesados, que la contaminación de sulfhídrico si bien existía él decía que se podría haber evitado en la misma planta de Botnia. Y también dijeron, inclusive los dos, de que no era el lugar adecuado para ponerse Botnia. Esto fue un logro importantísimo.

- Terminaron aceptándolo entonces.

- Nosotros ahí ya nos quedamos tranquilos. Pero nos sentíamos incómodos porque el propio organizador que nos había pedido respeto, tolerancia, se convirtió en un fundamentalista. Es decir, cuando vio que nuestros datos eran muy convincentes, se sacó, nos agredió, utilizó epítetos muy desagradables para una charla, para un debate de tipo académico. Nos acusó de que habíamos preparado toda la reunión, de que habíamos traído gente para provocar todo ese desorden. Inclusive hasta nos acusó de maricones, que después él lo negó pero que está en la grabación.

- ¿Y reconoció públicamente que no conocía sobre el tema de contaminación?

- Eso fue gracioso porque en un determinado momento, cuando le expliqué el tema de la contaminación, me dijo que no había entendido lo que había querido decir. Entonces le expliqué que me habían dado muy poco tiempo, porque a esta misma charla la dí hace 15 días en la Defensoría del Pueblo de la Nación y fue una de las que más convocatoria tuvo y en la que más se interesó la gente. Le reconoció que quizás había desarrollado un poquito rápido, pero le expliqué que después personalmente le podía ampliar algunos conceptos. No se había analizado la parte del aire porque La Haya había dicho que no correspondía evaluarlo, ya que no estaba incluido en el Estatuto del Río Uruguay. Entonces le dije: acá hay 78 episodios en 9 meses de presencia de sulfhídrico. ¿Para usted esto no es un contaminante? Martínez dijo que sí, que esto era contaminación y que había que mejorar la fábrica para que no se produjera eso. Pero el ingeniero organizador, totalmente fuera de sí, dijo: “no, a mí no me hables de contaminación porque yo no entiendo nada de contaminación”.

- Hay como una especie de negación de estos datos, porque es preferible noo enfrentar la realidad…

- Además ellos no esperaban que le lleváramos estos datos de la Nación. Lamentablemente, desde mi punto de vista, no se por qué no han explicado los estudios del Dr. Colombo porque nadie los conoce. Entonces le digo, estos datos son datos de las dos mejores universidades del país y que fueron llevadas a La Haya. Con tanta contundencia y con tanta convicción en nuestros datos, con la seguridad que demostramos, él se desubicó.

- Ya no es la Asamblea la que dice todo eso, sino son todos estos técnicos que lo han avalado y corroborado.

- Reiteré eso, que en los estudios lo que habíamos hecho era recopilar información. No sé que era lo que quería escuchar, seguramente que le dijéramos: Botnia va a quedar ahí. Realmente fue un momento desagradable. Pero, después de todo cuando salíamos de la charla vimos que toda la gente se acercaba a nosotros, y con diferencias porque había muchos agrónomos que nos decían que Botnia puede estar ahí. Pero siempre respetando nuestra opinión y nuestra posición. Inclusive decían que la Asamblea había estado bien, que el que se había desubicado era el organizador, y había periodistas que vinieron a hacernos reportaje.

La conclusión más importante que se sacó, por lo menos todos estaban convencidos de que Botnia no puede funcionar en el lugar donde está. En un momento, cuando el ingeniero perdió los estribos nos dijo: “¿pero ustedes qué quieren? No quieren que se produzca papel”. Entonces fuimos bien claros y le planteamos que queremos una industria de papel limpia, no de un volumen de producción de un millón de toneladas sino de 200 o 300 mil toneladas con una metodología adecuada y ubicada en el lugar adecuado. Todos sabemos que el Río Uruguay no puede resistir ninguna carga más de contaminante. Entonces esa pastera de 200 o 300 mil toneladas habría que buscar un lugar donde se puedan tirar los efluentes al mar. Fue un ataque desproporcionado hacia la Asamblea Ambiental cosa que no hizo el titular del INTI Martínez, quien defiende su posición de parámetros aceptados de contaminación que, por supuesto, nosotros no lo aceptamos.

- ¿Crees que este tipo de experiencia deben repetirse en otro lugar porque probablemente es una gran desinformación?

- Estamos convencidos el grupo técnico de que tenemos que ir a debatir a donde sea. Hay que ir preparados con un buen fundamento. Hubo un debate anterior, organizado por la Defensoría del Pueblo y la Asociación de Periodistas, en el cual había un montón de gente y periodistas del interior interesados por el tema de medio ambiente. Se trataron todos los temas medioambientales del país y a la charla nuestra fue la que más gente fue. Una de las participantes pidió 15 minutos más para que se siguiera debatiendo nuestro tema. Creo que tenemos que ir a todos los ámbitos, pero lamentablemente en Buenos Aires sólo preocupa el corte.

Cuando estuvimos en la charla de la Defensoría del Pueblo una sola pregunta fue referente al corte. Yo la iba a contestar pero se me adelantó la persona que estaba representando a la Defensoría y dijo una frase que causó una satisfacción enorme: “sí, el corte es un problema pero acá para la Defensoría del Pueblo el problema fundamental no es el corte, el problema fundamental es Botnia”.

- Tal vez ese ingeniero que está defendiendo el desarrollo industrial y la forestación en esta zona, seguramente está preocupado que la madera no vaya a ir a Botnia. ¿Vaya a saber qué es lo que piensa este hombre?

- Pero nosotros le expusimos que no estamos en contra del desarrollo industrial, sino en contra de este emprendimiento ahí donde está. Muchos preguntaron: ¿por qué Uruguay no puso la pastera al lado del mar? Hubiera sido menos problemático, cerca de La Paloma, alejado de una población y tirando sus desechos hacia otro lado.

- Hay aspectos del fallo de La Haya que habla implícitamente de la importancia de no meter una emprendimiento de este tipo para destruir la biodiversidad...

- La Haya acepta que el Uruguay diga que no puso la pastera en La Paloma porque es un hábitat de aves. Indirectamente está poniendo el tema de la contaminación. Y después dice que en Nueva Palmira no la pone porque es un centro recreativo, cultural y turístico. Entonces son contradicciones que lo que nosotros decimos que si realmente este fallo hubiera ido a un tribunal ambiental creo que otro hubiera sido el resultado.

¿Hay posibilidades de que los técnicos de la nación vengan a Gualeguaychú a hablar sobre el fallo?

- Esto es muy importante, porque siempre reclamamos que el Jefe del Equipo viniera Gualeguaychú para explicar bien, porque nosotros recibimos el material en inglés y debimos traducirlo. Tuvimos la suerte de encontrarnos un día con el doctor Colombo en Ñandubaysal y nos explicó, y es lo que nos animamos a decir.

- Si es la posición de Argentina, ¿por qué debe mantenerse bajo 4 llaves?

- Es una cosa muy extraña. (…) Creo que él (Colombo) tiene necesidad de decirlo porque mucha gente cree que Argentina no presentó ninguna prueba. Y realmente La Haya dice que se han registrado episodios de contaminación.

- Por eso es necesario que la CARU ingrese a la planta que es lo que está negando Uruguay.

- El doctor Colombo decía que sin dudas alguna tenemos que estudiar los efluentes a la salida del emisario antes de que se diluya en el río y a la salida de la chimenea. Y por supuesto ingresar a Botnia para ver todos los reactivos que están usando. Porque en el caso de los nonil fenoles, uno que es técnico y ve las explicaciones de La Haya, el día de la mancha blanca el doctor Colombo explicó muy bien que esto fue un derrame de un efluente grande de Botnia. En ese momento encuentra nonil fenoles en el agua, en los sedimentos, en las almejas, en todos lados. Aguas abajo, no encuentra como tampoco aguas arriba. Y previamente a esos días, tampoco. Era lógico que el epicentro de la mancha era Botnia. En el recuento de algas el valor normal son 2000 células algales por mililitros y encontraron 18 millones ese día con el epicentro en Botnia.

No solamente encontraron nonil fenoles sino que encontraron un germen muy característico en el tratamiento de efluentes en cantidades enormes, encontraron compuestos orgánicos halogenados, un montón de componentes que normalmente están en los efluentes. Y otro dato interesante es que encontraron alteraciones en las famosas almejas que trabajan ellos frente a Botnia. O sea, que no se habían alimentado y habían perdido enorme cantidad de lípidos cosa que no ocurría con las almejas aguas arriba y aguas abajo. Después investiga unos pequeños crustáceos que también están alterados frente a Botnia y no están alterados aguas arriba y aguas abajo. Además de encontrar dioxinas, a los sábalos ya le encuentran problemas hormonales, disruptores endocrinos que alteran la síntesis de hormonas. Los sábalos tienen mayor proporción de hormonas femeninas que masculinas, que es la famosa feminización y eso termina con la reproducción, porque en Canadá ha pasado que en determinadas especies, por estos disruptores endocrinos del cual el nonil fenol es un ejemplo, terminan con las especies porque no se pueden reproducir.

http://www.eldiadegualeguaychu.com.ar/provocaron-a-integrantes-de-la-asamblea-en-un-debate-sobre-contaminacion/

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